Tu sombra se desvanece por momentos,
Omnipresente en el pasado,
Efímera en el futuro,
Como carencias clamando al unísono
Su extraña libertad.
No tienes nada con que mirar al pasado
Y el futuro es un ente sin personalidad,
Infravalorado por indeciso.
Ya nada temes,
Tras suspirar mil veces,
Millones,
Sobre tu propia vida.
¿Acaso quedaría por qué preocupar al tiempo
si no clama con cada segundo?
Si su cántico no excita al viento arrasador,
Si su mirada aterroriza al libertador
Solo en la suma de su vejez.
¿Para quién exhortas tantos suspiros?
¿Por qué mueres en silencio?
Sin compañía y sin remedio.
 
Ped.


Comentarios

Entradas populares de este blog