Nostalgia de Duendes

  Mi rincón de brisas . Me he quedado aquí, en la retaguardia, a colgar mis miedos (que son tan ágiles) en los percheros donde suelo tejer rutinas y a veces algún punto suspendido con los vahos de una extrañeza aguda. Me he quedado aquí porque en el fondo no quiera lucha ni fuga... ni marcha con mirada atrás, porque hay espacio suficiente en esta pared sin historias para dibujar vidas y rincones tenues que nunca fueron de nadie... y vuelan sin que importe el aire. Me he quedado aquí porque no quiero claridad perpetua ni demandas de bríos y premuras. Si el eco me devuelve nada... nada es la brisa que me acoge en la guarida.  Y no hay cuentos ni reglas en los que abrazarse. Me he quedado aquí para alardear de promesas y no perder destino ni desempolvar ayer. Ped. Pedro Javier Quintero.

 Si quieren algo pídanlo sin ningún reparo. A boca llena... Sin que se quede nada detrás. Cuando se termine la función ya no  habrá ayer ni tiempo con el que apresurar pasados. Así que opriman el momento y hagan del ahora un "ya" eterno... y no divaguen, sean díscolos, traperos y malhablados. Pidan, pidan sin importar celofán ni embalajes... que en este circo de risueñas máscaras a veces ofrecemos parodias con mesura y otras damos dádivas sin parangón. Porque solemos ser acacias floreciendo en noches lentas y también matojos moribundos y resecos junto a las lindes del viento. Por eso pidan... pero pidan sin verjas, ni alambres, ni raíz que aten nada. Pidan con vehemencia. Sin que haya descanso en pedir... Aunque exista una inquietud en la paradoja de no vislumbrar futuro ni por qué. Pidan y lastimen, que la noche da misterios, pero también lucidez y fragancia. Pidan... pidan. Lucifer hace tratos con todos... Ped. Pedro Javier Quintero.

  Estamos preparados para abrir todas las puertas   y salir a correr sin volver la mirada...    con nuestra realidad como única bandera   y un solo eslogan:   si hay engaño será por omisión. Ped. Pedro Javier Quintero.

  Qué bien te sienta la tarde   con los sonrojos del sol    en tus párpados de miel. Pedro Javier Quintero. Ped Fotografía de Carmen González.

  Sigue lloviendo y es tarde... Escucho el sonido del televisor del vecino mientras intento concentrarme en mis lecturas. Viene con sacudidas extremas otra racha de viento... y golpea desquiciadamente el cristal de la ventana... con toda su virulencia. Es tarde... Messi ha vuelto a marcar. Aunque se le ve trotón y aburrido  sigue haciendo lo que le place. Me apetece poner a Bowie y escribir tantas cosas... Y te echo de menos. Y eso no lo cuento, se queda alojado en el  pecho. Como una reseña en el registro de la medianoche. Junto a las fauces del tiempo. Me apetece poner a Bowie y escribir madrugadas... es lo que verdaderamente me apetece. Y acordarme de tu sonrisa. Ped. Pedro Javier Quintero.

  Recuerdos incandescentes. Te recuerdo en rojo. Y te sueño en verde, como un principio indemne. Y aunque te recuerde en rojo y en verde te sueñe mi deseo, que eres tú, es azul, amarillo y morado. Una divagación de colores desconcertantes. Pedro Javier Quintero. Ped.