Agua correteando alegre y clara.
Como sibilino andamiaje de piedras rodantes
Sorteando los prominentes valles,
Verdecidos,
Y las llanuras palidecidas,
De otoñal ventisca.
Luz difamando a las sombras.
Violentando al sopor de los estíos,
Cuando abrasa la carne
Y el líquido surca en riadas
Hasta llegar a evaporarse.
Deseos que recapacitan en los abrazos,
En las coquetas miradas
De la diosa luna dibujada
En el dorso del anhelo…
Que persiste, diferenciado,
En la piel del callado alma.Ped.
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