Hechicera.

Circe en su palacio

Adornando sus jardines

Con donosos telares.

Aruspicina

Embadurnada con las vísceras

De las ofrendas que posaban tus lacayos

A los pies de tu entronizada mansión.

Ebrios en tus sañas y maneras,

Ciegos y aborregados en tus plateas.

 

El tiempo camufló los sortilegios

Y disfrazó a tus esclavos

De pendencieros Eurílocos,

Desertores de los páramos de tu belleza.

 

Ahora paseas tus encantos

Por el parterre demacrado,

Entre matas muertas
Y apétalas rosaledas.

Ped.

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