Jamás existió un ente maldito

De cavernas inaccesibles,

De grutas inexploradas,

Que emborronara tus pensamientos.

Fue habitante de explanadas,

De moradas de luz,

De traslúcida certeza.

Animal de largo peregrinar,

De utópicas travesías…

Sin infiltrados ni confidentes,

De emblemas que no mascullan.

Nítidos sorbos de vida

Sin cegadoras nieblas

Disfrazando el paisaje.

Un principio sin final.

Quizás anhelo…

Quizás cordura…

Bajel sin timón zozobrando

En las aguas oscuras
De océanos desparramados en las tormentas.

Ped.

Comentarios

Entradas populares de este blog