Mi rincón de brisas.
Me he quedado aquí, en la retaguardia,
a colgar mis miedos (que son tan ágiles)
en los percheros donde suelo tejer rutinas y
a veces algún punto suspendido
con los vahos de una extrañeza aguda.
Me he quedado aquí porque en el fondo
no quiera lucha ni fuga... ni marcha con mirada atrás,
porque hay espacio suficiente en esta pared sin historias
para dibujar vidas y rincones tenues que nunca fueron de nadie...
y vuelan sin que importe el aire.
Me he quedado aquí porque no quiero claridad perpetua
ni demandas de bríos y premuras. Si el eco me devuelve
nada... nada es la brisa que me acoge en la guarida.
Y no hay cuentos ni reglas en los que abrazarse.
Me he quedado aquí para alardear de promesas
y no perder destino ni desempolvar ayer.
Ped.
Pedro Javier Quintero.
Comentarios
Publicar un comentario